Construcción de compuertas y desazolve de canales benefician a zona rural de Durán

En la zona de influencia del estero Mojahuevo, en Durán, el agua empieza a correr por canales que, anteriormente, en esta época del año, pasaban secos o llenos de maleza y lodo. Por ello, los habitantes están agradecidos con el Gobierno del Guayas y el prefecto Carlos Luis Morales, pues el desazolve de la red de canales de riego y drenaje, y la construcción de dos compuertas en el sistema de riego y drenaje La Hormiga les permite tener un líquido más cristalino que pueden usar para la agricultura y actividades domésticas.

El beneficio se traslada a 1.800 hectáreas de cultivos de arroz y 220 familias, según un reporte de la Dirección de Riego y Drenaje de la Corporación Provincial. Uno de los tramos desazolvados atraviesa el sector 5 de Abril. Allí, el vicepresidente de la Asociación de Agricultores del mismo nombre y de la Junta de Riego, Teófilo Escobar, rememora que en inviernos pasados se quedaban incomunicados.

“Se hacía un cuello de botella y rebosaba el agua y nos quedábamos completamente sin el puente para llevar los productos al otro lado, donde están las arroceras”, rememora, en alusión a unas tuberías de metro y medio de diámetro, que servían de base para continuar un camino vecinal y permitir el paso del agua del estero. A veces, incluso, tenían que pasar por canoas y revestir con fundas plásticas el producto.

En el sitio ahora hay una compuerta que regula el paso de las aguas que llegan desde el río Bulubulu y sirve de puente para peatones, vehículos o bicicletas. La utilidad, dice Escobar, se extiende a ocho organizaciones arroceras e incluso a las camaroneras que ahora se han asentado en el sitio.

El estero Mojahuevo también atraviesa el sector Ataúlfo Cruz, donde se construyó otra compuerta y se desazolvó el canal. Allí, el agua proveniente del río Bulubulu luce cristalina. En el recinto La Paz, Carolina Herrera, de 23 años, señala que en años anteriores, para esta época, el canal estaba casi seco y lo que había eran charcos con lodo. Ahora, pueden usar el líquido hasta para actividades domésticas, como lavar la ropa o los platos, y bañarse. “Nos ha beneficiado bastante, porque se cierran las puertas y se puede hacer una segunda cosecha”.

Jacinta Espinoza, tesorera de la Asociación Ataúlfo Cruz, agrega otro efecto positivo. Las compuertas permiten convertir en reservorio al canal, represando el agua dulce y evitando el paso de las aguas de la ría Guayas (al que desemboca el canal) que son algo salobres y no aptas para la agricultura ni la ganadería.

“Primero vino el agua desde el río Guayas, pero hasta la semana que pasó teníamos agua saladita. Pero para la parte de adentro estábamos secos, nuestros animales se estaban muriendo, porque también esa agua salada le hace daño a los animales. Y recién ahorita llegó agua (dulce) del río Bulubulu y la tenemos tapada porque hay estas compuertas y podemos hacer reservorio”, explicó la dirigente.

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