La inversión asciende a USD 40 millones. Las obras se iniciaron desde antes de la emisión de alerta naranja; solo en la última semana maquinaria y personal técnico atendió 84 sectores
Sin perder tiempo y atendiendo los requerimientos de la comunidad, la Prefectura Ciudadana del Guayas continúa adelante con su programación de obras de infraestructura, con el objetivo de mitigar los efectos del Fenómeno El Niño.
Ante un evento climático inminente con la probabilidad del 99% de ocurrencia para el presente trimestre, el COE Nacional anunció, el pasado 19 de septiembre, el cambio de alerta amarilla a naranja, pasando de la etapa de prevención a una de preparación.
“El paso a la alerta naranja nos permite a los gobiernos autónomos descentralizados ir hacia la declaratoria de emergencia institucional y abreviar los procesos de contratación, para limpiar canales con mayor rapidez, el desazolve de ríos y atender los muros de contención para prevenir inundaciones”, explicó la prefecta Marcela Aguiñaga.
Desde el inicio de su gestión, la autoridad provincial dispuso iniciar las obras para menguar posibles impactos negativos. El presupuesto asignado asciende a USD 40 millones.
Así, hasta el momento, se ha dado mantenimiento pétreo a 208,74 kilómetros de vía, se ha hecho el desbroce y la limpieza de cunetas en 406 kilómetros de vías concesionadas, se procedió a la limpieza de 44 kilómetros de cauces y canales, y se limpiaron 49 pozos.
La prefecta Aguiñaga y el viceprefecto Carlos Serrano supervisan de manera permanente la ejecución del plan de obras, que prioriza el salvaguardar la vida de los ciudadanos.
Entre esas obras está la reconformación del muro de gaviones del río Daule en el recinto Bermejo de Abajo, en Santa Lucía. Allí, la autoridad provincial, junto a los ciudadanos, inspeccionó el trabajo que ejecuta maquinaria de la institución a lo largo de 250 metros, preservando la vida de 2.000 moradores y protegiendo unas 400 viviendas.
En el área rural de Yaguachi, la reconformación pétrea de 11,6 kilómetros de la vía Finalín-Cascol-María Clementina está a punto de concluir para beneficio de 3.500 moradores. Allí, la elevación de 30 centímetros del nivel de la vía ayudará a contener la crecida del estero Los Tamarindos y protegerá los cultivos de arroz.
“En invierno nosotros sufrimos las honduras, nos vamos a pique porque sube el agua por donde quiera… Es difícil traficar porque se daña la carretera… Como a todos los agricultores de aquí (esta obra) nos vale muchísimo”, dijo Fernando Véliz, morador de María Clementina.
En el recinto Palo Colorado, de Daule, se refuerza la limpieza del canal de riego en los recintos La Esperanza, Lechugal, Junquillal, Guachapelí, todos de la parroquia Los Lojas.
Mireya Lozano, presidenta de Palo Colorado, donde hay unas 300 hectáreas de arrozales, explicó que la fuerza del último invierno arrastró palizada y taponó el canal que no había sido intervenido en nueve años. “Tomando en cuenta el Fenómeno El Niño, el agua podrá circular normalmente”, señaló.