Destino de Luz abre dos nuevos espacios en recorrido turístico
La Catedral de San Pedro, de Guayaquil, inició una nueva etapa en su proyecto de fe y de turismo Destino de Luz. Desde este martes, 25 de marzo, los turistas podrán acceder a dos nuevas áreas: El Balcón de la Anunciación y la exposición temporal El Hombre de la Sábana Santa.
La inauguración se hizo el mismo día que la Iglesia Católica celebra la fiesta de la Anunciación. En ella participaron la prefecta Marcela Aguiñaga y el rector de la catedral, Francisco Sojos.
“En medio de la adversidad, estamos aquí para dar buenas noticias a nuestra provincia, aquí en este lugar que representa historia y esperanza para la ciudad de Guayaquil y sin duda alguna para la provincia del Guayas”, destacó la ejecutiva guayasense, al ratificar el compromiso de preservar un templo que “es un refugio para el alma y nos une a todos”.
En el Balcón de la Anunciación, una estatua recrea al Arcángel Gabriel recién bajando del vuelo para anunciarle a la Virgen María que será la madre del Mesías. Este es uno de los primeros sitios que se podrán visitar como parte de Destino de Luz; en él se resaltan los elementos más representativos de la arquitectura neogótica en cuanto a luz y color.
La exposición temporal El Hombre de la Sábana Santa se ubica en El Sagrario. Allí se exhibe una réplica del Manto de Turín y a partir de él se hace una reproducción en tercera dimensión de Jesucristo en el Santo Sepulcro; además, diversos escenarios recrean momentos de la crucifixión, creando una experiencia espiritual y sobrecogedora.
La prefecta Aguiñaga y el padre Sojos también firmaron un nuevo convenio, a través del cual la Prefectura Ciudadana del Guayas asigna más de 500.000 dólares para continuar con las siguientes etapas del proyecto Destino de Luz: pintar la Catedral y habilitar la terraza que ofrece un sitio de recreación y una vista impresionante del centro de la ciudad.
Según informó Sojos, desde que se inició el proyecto el 1 de octubre pasado, 70.000 turistas han hecho el recorrido, incluso, en los tiempos de apagones. “Y cero incidentes. No tuvimos ni un problema, ni una situación peligrosa… Queremos que la Catedral de Guayaquil sea el corazón de la ciudad, y que sea verdaderamente un pulmón de cultura y de arte”.