Un concierto sin precedentes brindó la Orquesta Sinfónica Juvenil del Guayas con fusión de géneros

Fusionar lo urbano con lo clásico parecía imposible de ejecutar. Sin embargo, la orquesta Sinfónica Juvenil del Guayas lo logró gracias al impulso y visión de la prefecta Marcela Aguiñaga, quien motivó la posibilidad de realizar el concierto de Regetón Sinfónico como parte de las actividades julianas enmarcadas en la iniciativa Guayaquiléate para celebrar los 490 años de Fundación de la Perla del Pacífico. Y el público respondió.

Este concierto fue un ejemplo de cómo el arte puede ser una herramienta transformadora, inclusiva y contemporánea, que conecta con los jóvenes y fortalece la identidad cultural de la provincia del Guayas.

La propuesta, única en el Ecuador, acaparó la atención de cientos de asistentes que coparon el Teatro Fedenador, el pasado viernes por la noche. Se inició con la entrada de los 65 músicos que componen la Orquesta y los integrantes de la banda Complicaos junto al cuerpo de baile. Se entonaron los primeros acordes y luego se escuchó una voz que dijo: “Guayaquil, ¿están listos para regetonear con elegancia? Porque el regetón también se baila con clase. Bienvenidos al primer concierto de Regetón Sinfónico en el Ecuador”. Inmediatamente, se dio paso a una intro bastante disruptiva al ritmo de Dile, de don Omar, para luego dar paso al siguiente repertorio: ?Zun Dada, El amor, Te regalo Amores, Todavía, Tusa, Ven Báilalo, Yo quiero Bailar, WY Bis, Despacito, Nueva Yol, entre otras.

A medida que pasaban las canciones se notaba la satisfacción del público, que no dejaba de pedir otra. El show de luces y la interacción del cuerpo de baile también hicieron vibrar a los asistentes, quienes disfrutaron junto a la prefecta Marcela Aguiñaga en la platea baja. “Agradezco mucho a la prefecta por incentivar a la juventud a que siga avanzando en el campo de la cultura, esto hace que ellos tengan otra orientación y los aleja de los vicios y la delincuencia. Como dice la Prefecta: rescatar el tejido social”, sostuvo Diana Robalino, madre de familia.

Gabriel Gallardo, director de Arte y Cultura, quedó completamente complacido con la respuesta del público. “Ha sido un rotundo éxito. Hemos presenciado por primera vez en el Ecuador un concierto de esta naturaleza y ha sucedido aquí, en Guayaquil. Quisimos demostrar que todos los ritmos pueden hacer una explosión de energía y fuerza. Vienen muchos conciertos masivos como este”, apuntó.

El cierre fue el clímax de la velada con la canción Vitamina, de Jombriel, una de las más bailadas de la noche.